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21 noviembre 2021

LA POESÍA ES UN ARMA (Microrrelato)

 LA POESÍA ES UN ARMA

Estaba confundido y desubicado porque no sabía dónde ponerse. Si se colocaba el primero, debía esperar a que se aclarasen y completasen algunos conceptos para expresar mejor sus emociones, pero si cedía el lugar a esas explicaciones, temía diluirse entre dimes y diretes. Si se rodeaba de adjetivos, le parecía excesivo. Si se apoyaba en su antecedente, se sentía repetitivo. De lo que no tenía ninguna duda era de ser muy válido, de estar bien vivo. Lo tenía claro, se sabía capaz, muy potente y brutal. Pero también suave y delicado.

Acomodado en la zona cordial, lo intentaba sin éxito, se hacía ver, enseñaba sus sílabas. Su ritmo melódico se hacía enfático para hacerse notar, se diría heroico; se insinuaba claramente, quería darlo todo, hacerse sentir en toda su extensión, denotar las connotaciones, definir sus matices, exprimir todos sus jugos ofreciendo mil juegos, pero no deseaba dejar grietas engañosas ni dobles sentidos que pudieran confundir significados ni aprecios.

No era más que un endecasílabo suelto, pero así, desbocado, al escapársele inevitablemente del corazón, le rajó el pecho en canal.

Muerto de amor, en la hoja, el poeta sangraba.



25 octubre 2021

DUELOS (Microrrelato)



DUELOS

Desde mi ventana vi cómo el juez de guardia levantaba, en el salón de su casa, el cadáver de su único hijo, que tanto amaba. Quizá un infarto, o su injusta enfermedad, quién sabe. Lo cierto es que, tras aquel suceso tan traumático, su innata resiliencia fue para ella como un faro en medio de la tormenta y se gobernaba ajena a las mareas octogenarias. Compungido, yo la observaba vivir indolente cuando el azar le puso delante un polluelo caído del nido. Lo recogió y fue su refugio las siguientes semanas. Hoy, cuando ya el verano revolotea vistoso, amarillo y rojo en la pluma del jilguero, sale por primera vez al balcón, rejuvenecida, buscando aire fresco o esperanzas nuevas y, mirando sin mirar hacia el cielo, levanta sus brazos arcoíris y abriendo las arrugadas manos deja volar al pajarillo. Viene a consolarme al geranio seco de mi ventana.




14 octubre 2021

ÍNFULAS (Microrrelato)

 ÍNFULAS 

El número de su abultada cuenta corriente salió entre los premiados de aquella ingeniosa promoción del banco. Un maravilloso viaje para dos personas con todos los gastos pagados a la increíble isla de Pascua. Avión en primera clase hasta Chile y luego travesía de siete días en un yate de lujo para conocer los famosos moáis.

Después de asearse, afeitarse muy apurado y perfilarse bien las cejas y el bigote, se vistió despacio. Eligió una camisa de seda gris perla y una corbata burdeos para su traje K-50 de Enzo D'orsi. Ordenó a su chófer llevarlo a la oficina bancaria y esperarle en la puerta. Y una vez allí, le dijo a la directora de la sucursal que quién se había creído que era ella para incluir sus cuentas en "loterías para ilusos soñadores", que cómo había osado jugar con la dignidad de su distinguido apellido ofreciéndole "caramelitos de miel de abeja" ¿para qué tos?, que se metiera el viajito por donde le cupiera y que preparara su dinero, que se lo llevaba a otra entidad más seria.

En fin, que le echó un rapapolvo (no precisamente en rapanui) que la dejó de piedra.




PARIENTES DE SANGRE (Microrrelato)

 PARIENTES DE SANGRE

En mi familia todos nos llevamos muy bien. Soy viuda, madre de dos hijas, casadas con gemelos asombrosamente iguales, con unos ojos increíbles y una boca de dientes perfectos, guapísimos, muy educados y atentos conmigo. Ninguno se ha decidido todavía a hacerme abuela, a pesar de llevar casados más de diez años, dicen que tienen todo el tiempo por delante. Aunque durante el día nunca están disponibles. Todos los viernes nos juntamos en las cenas de familia que organizo, cada vez más deseadas por todos, porque parece que nos rejuvenece estar en compañía. Sobre todo disfrutamos cuando, disimulada y haciéndome la torpe, me pincho "sin querer" con el tenedor o me hago un pequeño corte con el cuchillo de la carne para captar su atención. Y ya me muestran su cariño hasta antes del amanecer.




ARS VIVENDI. T2 - E1 (Microrrelato)

 ARS VIVENDI. T2-E1

De sobra sabemos lo que nos gusta y lo que aborrecemos. Paso a paso, después de tantos episodios vividos, hemos llegado hasta aquí, casi sin darnos cuenta, asumiendo certezas (del uno y del otro) que nos llegan por inercia. Cosas que hemos visto que no nos han incomodado, nos han hecho pensar que nos agradan o, como poco, nos son indiferentes. Otras, que hemos claramente festejado, las consideramos positivas sin mediar análisis ni comparar momentos o circunstancias. No pensamos en que el razonamiento es bastante lineal pero el sentimiento tiene muchas bifurcaciones. Esas otras posibilidades no cuentan mientras el semáforo está en verde, pero ayer, inesperadamente, se iluminó el ámbar.





13 octubre 2021

GENIO Y FIGURA (Microrrelato)

GENIO Y FIGURA

Todo empezó con un pequeño disgusto, una irritación que me causó enojo. Seguro que no tendría mucha importancia, ahora ni lo recuerdo. O quizá sí, porque el malestar me surgía de los poros. No sé, nunca he recordado bien mis vivencias antes de los cinco o seis años.

Crecí con un coraje enconado y un arrebato de furia incomodándome el pecho. Era como un palpitar que no cesaba. 

Con la adolescencia comencé a buscar paliativos como el alcohol o el tabaco, para relajarme, pero no. La molestia del desagrado pasó a ser fastidio e indignación hasta convertirse en cabreo. 

Con veintitantos, exacerbado por la excitación y la cólera, una enervada desazón me contrariaba. 

Con cuarenta empecé a ser consciente de que habitaba un mundo de enfado infinito.

Empleé treinta años más intentando enemistarme con el mal humor y aquí me veo hoy, en cama, entubado y monitorizado, mirando la película de mi vida. 

Encorajinado aún, porque ni siquiera la muerte quiere avenirse conmigo.




29 agosto 2021

DISPARES Y NONES (Microrrelato)

 DISPARES Y NONES

Por eso se fue del colegio. Quería hacer la primera comunión vestido con diadema y un vistoso vestido blanco de tul. Aquella intención anunciada antes de tiempo por Martinito causó mucho revuelo entre profesores y alumnos primero, y entre padres y madres después. Al final, se cambió de colegio.

Pero éramos vecinos, vivía en mi bloque, dos plantas más arriba. Crecimos juntos. Yo lo veía cada día ir y venir con su madre a la academia de baile por las tardes. A veces, los días sin cole, o en vacaciones, nos juntábamos un grupito de chicos y chicas para charlar de nuestras cosas y compartir vivencias. Estar juntos, en fin, viviendo su historia junto a la mía. Hasta que se fue a vivir a otro barrio, al otro lado de la ciudad.

Creo que ya lo envidiaba. Durante estos años lo he recordado en muchas ocasiones, si he necesitado apoyo moral, o alguna inyección de optimismo. Martinito era mi alter ego. Ayer, después de tanto, nos encontramos.

Ahora veo que su determinación, su ánimo, su perseverancia y su sinceridad con su cuerpo, lo han convertido en Martina. Y no sabes cómo la envidio.


17 junio 2021

UNA GATITA DESPISTADA (Microrrelato)

 UNA GATITA DESPISTADA


Han sido pocas las ocasiones en que mis vecinas me han pedido ayuda. Son dos hermanas que viven con su madre. Ellas se van a trabajar y la dejan sola porque, aunque mayor, está muy ágil y es hacendosa con las tareas domésticas. Como saben que estoy jubilado y apenas salgo, cuentan conmigo si surge algún problema que no pueda esperar. Una vez por un corte de luz, otra porque una corriente de aire cerró la puerta. El otro día fue otra cosa. La madre llamó asustada por la presencia de un ratón en casa y su hija me pidió por teléfono que por favor la socorriera. 

Ya con ella, seguía la pista de un leve run run que se oía, como un roer. En silencio y casi de puntillas nos movíamos buscando el origen del ruido cuidando de no espantar al roedor para cazarlo. Aquel sonido confuso e insistente me llevó a un dormitorio. Parecía como si algo raspara la madera y, localizado en la mesita de noche, colocando la mano encima se notaba una pequeña vibración. Poco a poco y muy despacio, al abrir el segundo cajón, pude ver, sobre unas braguitas rojas, que un satisfyer estaba funcionando.



16 junio 2021

Mi amigo el bUFÓn (Microrrelato)

 

Mi amigo el bUFÓn


Lo suyo era pura obsesión, una adictiva pasión irracional, verdadera infatuación diría yo. Lo que más deseaba en la vida era ver un ovni. Estudiaba y trabajaba para ello y todos sus increíbles cálculos geomatematicotemporales (como los llamaba) buscaban el momento y el lugar del encuentro. Mañana al amanecer -nos dijo- justo a las 6:54, en la playa de Benajarafe. No dormimos en toda la noche, que aprovechamos para hacer una buena moraga en la playa mientras él localizaba el punto exacto. Y dibujó una gran X en la arena. Ya cuando las nubes de color arrebol parecían enviar señales de "atención que llega el momento", todos hicimos corro en aquella señal y, de repente, a las 6.54, tres, dos, uno... se oyó claramente un gorjeo y se posó un pajarraco justo en el centro de la X. Fue desternillante.



4 SEGUNDOS (Microrrelato)


4 SEGUNDOS

Conmigo practicaba mindfulness siete minutos al día, tú también puedes aprender a apreciar ese presente que, según los expertos, apenas dura 4 segundos, me decía.
Me gustaba mucho verla vivir el presente. Me encantaba saber que ella era consciente de que el pasado ya se fue y me alegraba sobremanera notar que no se asustaba ante la incertidumbre del futuro. Luego, se compró la bici y ya ni en el metro coincidimos. En fin, hoy al menos, afronto la adversidad con humor. Tengo que reconocer que estuvo genial aquellos apenas cuatro segundos que vivimos a una sonrisa de distancia.





26 mayo 2021

NI 200 PALABRAS MÁS (Microrrelato)



NI 200 PALABRAS MÁS

Estaba cansada de que cada día amaneciera para mí tan enredado, que el mal humor siempre orbitara sobre mí y que los ámbitos que ocupaba cada instante no fueran, siquiera, hospitalarios. Pero aquella mañana... desperté creativa; al menos, ocurrente. Lo cierto es que durante el rato que estuve en el baño (ducha, peinado, en fin, ya sabes) permanecí callada, no desperdicié ninguna palabra. Ahorré todas mis expresiones. Quiero decir que no guardé solo las palabras, también los gestos y demás señales que representaran un sentimiento, un pensamiento o una idea. Luego, en la cocina, lo pasé todo por el molinillo, lo puse en la cafetera y tras unos minutos, se oyó el esperado silbido del café, que fue lo primero que escuché de buen rollo. Deseché (en silencio todavía) la idea de elegir la de siempre y cogí otra taza, una más apropiada para aquel aventurado desayuno. 

Por fin, al inclinar la cafetera para llenar el tazón, vi que lo primero que se vertió fue un asombroso y aromático "buenos días". Al instante noté que los amables gestos flotaban solícitos sobre su rostro y que las letras, libres, poblaban con arábigas volutas nuestros silencios y, felices, nos ofrecían nuevos significados.



07 mayo 2021

IMPASSE (Microrrelato)

 IMPASSE

Hundida en el sofá. Todo el día en pijama. El móvil cosido a la mano. Las piernas sobre el puf. En la chaise longue Casandra ronronea. Apuro la colilla. Busco en google “ronroneo”. La curva no decrece. La lluvia va desahogando la tarde. Mi esperanza, en tu paraguas olvidado resiste.

                 Relato mencionado en el VII Certamen de Relatos YK 2021

                Exigencias: Máximo de 50 palabras e insertar en el texto la frase “todo el día en pijama”


10 marzo 2021

EN LA ORILLA (Microrrelato)


EN LA ORILLA

La mejor manera de canalizar mi vocación no es esta, papá. Sabes que siempre he deseado ser como el abuelo y viajar en barco por el océano de las mariposas transparentes y por el mundo de las plantas parlanchinas y por los polos Este y Oeste, en donde las nieves no eran sino de chocolate derretido y caramelo líquido y, en fin, por todos aquellos lugares en los que el abuelo contaba haber vivido tantas fantásticas aventuras tan bonitas y emocionantes. Mi nombre es Mar, papá, así que no me digas más que ponga los pies en la tierra.



24 febrero 2021

DIEZ AÑOS DESPUÉS (Microrrelato)



DIEZ AÑOS DESPUÉS

Se comunicó con su médico a través del dispositivo bodysure que había detectado la necesidad de otra dosis curativa. El doctor puso en marcha la primera fase del tratamiento enviando a la farmacia el share implementado con los datos del paciente. Allí se activó la segunda fase partiendo un dron-apotek hacia su ubicación para entregarle el staffstick. Tras firmar el recibí mediante reconocimiento facial, abrió el envío, desechó el foam, se hizo con el brainchip, lo introdujo en la ranura temporal y pulsó enter completando así la tercera y última fase de la cura. Casi instantáneamente cesaron la angustia y la claustrofobia residual que perduraban en su sentir y le fueron inundando las sensaciones de libertad, de tranquilidad y de compañía social, a la vez que le embargaba la felicidad del contacto físico. Por delante le esperaban otros 180 días de nueva normalidad. Esa era la obsolescencia de la vacuna.



05 febrero 2021

MUDANZAS (Microrrelato)

 

MUDANZAS

Tras una dificultosa mudanza, una vez colocados los muebles, los estantes y las librerías en la habitación que había elegido, me dispuse a abrir las cajas de los libros para ir colocándolos donde debían estar. Para mí es importante el orden en mi biblioteca, primordial diría yo, porque cuando escribo, necesito hacer consultas para documentar mis textos. Llegado aquel momento de mi vida, había decidido dejar mi trabajo y dedicarme a escribir. Por eso había vendido el piso del centro y he comprado esta casa en este pueblecito casi desconocido.

Fue muy extraño abrir la primera caja y ver aquello. Al principio no supe qué era, qué estaba pasando, y aún ahora después de comprobarlo tantas veces, me cuesta creerlo. Pero tengo que contarlo. Al sacar un libro de la primera caja noté algo caer en el hueco que dejaba. Me parecía imposible que fuera polvo pues yo mismo fui quien los empaquetó y sabía el cuidado que había puesto en ello (mimaba los libros, no me importa decirlo), así que pensé que algo pequeño guardado entre sus páginas se habría deslizado y caído. Saqué entonces algunos libros más para que el hueco adquiriese un tamaño apropiado para mi mano y buscarlo, pero observé que caían más objetos. Bueno, ahora sé que no eran objetos y mientras más libros sacaba, más se acumulaban en el fondo de la caja. No podía entenderlo, eran letras, palabras, había muchos adjetivos, a veces sintagmas completos, determinantes, preposiciones, oraciones subordinadas, incluso párrafos. Se iban desprendiendo de sus libros y mezclando entre sí en el fondo de cada caja. Aparentemente, los libros estaban bien, completos quiero decir, no les faltaban páginas, no, no eran páginas arrancadas, ya digo que eran letras y palabras sueltas.

Una vez hube colocado todos los libros en sus estantes y después de tomarme un respiro, recogí aquel fondo de letras y palabras de las cajas, era un batiburrillo de ideas yuxtapuestas, conceptos clásicos codeándose con ideogramas modernistas, silogismos junto a haikus, sonetos y pies de página, surrealismo y ensayo, literatura abstracta, y, en fin, a falta de un sitio mejor, las puse en el cajón de mi escritorio para tenerlas a mano, donde aún las conservo.

Curiosamente, aquí siguen y cada día juego con ellas. De los libros ya ni me acuerdo. He comprendido que lo mejor de ellos no está impreso en sus páginas ni estático en los estantes.


 

09 enero 2021

BREVERDADES

 BREVERDADES


1.- Te quiero, estoy loco por tí. Eso es indudable.

2.- Me quieres, estás loca por mí. Eso es indudable.

3.- Te quiero loca por mí y me quieres loco por tí. No lo dudes.

4.- Y te quiero así de loca porque las cuerdas, atan.

5.- A mí no me cabe la menor duda, de eso estoy seguro.