ELLA ERA MÁS DE KING CRIMSON
Dicharachero, simpaticón, y no demasiado feo, con su bonita melena y su guitarra enamoró a mi chica. Le apodábamos "el auténtico". Tenía que ver con su sinceridad y con el hecho de que cantaba todas las canciones de Aute. Éramos amigos desde la niñez hasta que desaparecieron del mapa. Él y mi chica.
Casi treinta años después, ella contactó conmigo a través de una app de citas. Así supo que yo seguía soltero. Me sorprendió su interés y acepté vernos.
Esperando el metro, cuando acudía al encuentro, una melodía provocó mi atención. Giré el pasillo y lo vi. Era el auténtico, con su guitarra, entonando anda quítate el vestido las flores y las trampas. No estoy seguro de que me reconociera, pero me miraba con aquellos ojos del instituto. Opacos entonces para mí, se tornaron claros y en ellos pude ver la historia que me había sustraído. Le puse en el platillo el dinero que llevaba preparado para pagar la cena con mi cita y me di media vuelta. Ya estaba bien de encuentros aquel día.
Buen final. Ma ha gustado y seguiremos leyéndonos. Un placer.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani, ten por seguro que yo te seguiré leyendo. Por aquí espero verte de vez en cuando. Recibe los míos también.
ResponderEliminar