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28 octubre 2020

UN RECUERDO (Microrrelato)



UN RECUERDO 

En mi pueblo todos los martes primeros de mes se formaba una cola de amas de casa, a veces tan larga, que venía el cabo de la guardia civil para que no se alterara la tranquilidad. Aquel llano separaba el grupo escolar de las viviendas de los maestros y servía como patio de recreo las mañanas de colegio, pero por las tardes, mientras los alumnos estaban en las permanencias, funcionaba casi como otra plaza más del pueblo y era allí donde el ditero llegaba con su moto Guzzi, se hacía oír con su bocina y sacaba su libreta. Las mujeres acudían para pagarle cada cual su dita y aprovechaban ya para verse, charlar y contarse unas a otras el devenir de sus vidas. A veces había tirones de pelos, por eso lo del cabo. Después de un buen rato anotando las entregas y contando las pesetas y los duros, arrancaba su motocicleta roja, se despedía hasta el próximo mes y enfilaba para el próximo pueblo. Mi hermano mayor era un muchachote que ya presumía ante las mozas del pueblo, fumaba cigarrillos de matalauva e hinojo y se peinaba con brillantina, y como no era muy amigo del trabajo en el campo, imaginaba maneras de ganar unas perras de vez en cuando. Se apañó para convencer al ditero de que era mejor para él venir los sábados que los martes. Y así ocurría que la explanada se llenaba también de niños cuando sus madres estaban haciendo cola con el dinerito preparado. El primer sábado del mes siguiente fue sensacional. Al cabo se le acumulaba el trabajo cuando mi hermano, con su pantalón negro, su camisa blanca y su gorro de plátano, llegó voceando "al rico coqui, al rico coqui".




2 comentarios:

  1. Un relato como bella expresión de localismos malagueños para la nostalgia.

    Saludos.

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