INTERFAZ
A su modo era feliz, eso decía. Tenía un banco en el parque. Debajo guardaba una bolsa para llevar sus pertenencias, a saber, algo de ropa, unas botas, su peine y el sombrero.
Aquel era su mundo, dos kilómetros de zona peatonal arbolada, con bancos para descanso y disfrute de paseantes, un mundo paralelo al otro por donde fluía el tráfico y se agolpaban vidas ajenas.
A veces recorría todo el ámbito, para saborear su felicidad, y se dedicaba a observar los viandantes. Había quien ni se percataba de su presencia, quien le dedicaba apenas una mirada casual, quienes lo obserbaban con curiosidad, pero muy pocos podrían reconocerlo si se lo encontraran por otros lugares. Él, sin embargo, distraía su tiempo analizando y escrutando personalidades y adjudicando nombres para familiarizarse con los asíduos.
Un día, de esto hace ya bastantes años, alguien llegó con unos papeles y le explicó que era el único heredero de una fortuna.
Ahora recorre el parque cada atardecer y busca en los bancos al hombre que fue, esperando encontrar aquel perdido modo de ser feliz.
Pero aquellos viejos bancos ya fueron sustituidos por éstos que tienen wifi y están equipados con cargadores micro USB.
Un placer haberte leido un abrazo
ResponderEliminardesde Miami
Lo suyo era el “fresh banking”😜
ResponderEliminarLa felicidad
ResponderEliminares
estar vivos y sanitos