LÉEME EN TU IDIOMA

20 noviembre 2024

DESPUÉS DE TODO (Microrrelato)

 

DESPUÉS DE TODO

En un rincón ignorado del universo, el planeta Korworath brilla con tonos esmeralda y zafiro. Allí vive Tal, un extraterrestre de ojos profundos y piel luminiscente. Aunque Korworath es un paraíso de maravillas tecnológicas y paisajes deslumbrantes, Tal siente desde hace tiempo una punzada constante en su corazón, una sensación que los korworathianos no comprenden: saudade.

Tal había visitado la Tierra en una misión de exploración. Durante su estancia, había experimentado la calidez de los abrazos humanos, el aroma del café recién hecho, la melodía del viento entre los árboles y la caricia de la brisa marina. Esos recuerdos se habían grabado en su ser, creando un anhelo profundo por algo que ya no podía tener.

Por eso, cada noche, Tal se sienta bajo el cielo estrellado de Korworath, mirando hacia la constelación donde se encuentra la Tierra, cierra los ojos y deja que la saudade lo envuelva, recordando los momentos fugaces de conexión y humanidad que había vivido. Aunque intuye que nunca podrá regresar, esos recuerdos le dan fuerzas para seguir adelante, con la esperanza de que algún día, en algún rincón del cosmos, encontrará un lugar que pueda llenar ese vacío en su corazón.

04 octubre 2024

EL HUESO DE LA ACEITUNA

 EL HUESO DE LA ACEITUNA


Alquiló el local más cutre y lo convirtió en una fábrica de dinero. Hizo de aquella destartalada nave una verdadera sucursal de la FNMT. Llegó a hacerse famoso, primero en aquella apartada pedanía y luego en todo el pueblo. Creó puestos de trabajo para los 40 desempleados, las 44 amas de casa y todos los jubilados de la zona que quisieron. Ganaban un pastizal. Y todo en negro, sin dejar de cobrar el paro, la no contributiva o la pensión, cada cual lo suyo. Todos estaban contentísimos con aquella "política de empresa". La banda sonora de una jornada laboral en aquella fábrica era una algarabía incesante durante los tres turnos completos.

Un día, que había sido muy fructífero en toda la producción, llegó un cabo de la Guardia Civil acompañado del Secretario Judicial (para hacer comprobaciones, dijeron, y si fuera necesario, instruir diligencias) como consecuencia de la denuncia interpuesta por un trabajador de la fábrica, un jubilado al que el falsario jefe le había pagado el sueldo con los mismos billetes que allí fabricaban.


23 septiembre 2024

CANCIONES EN LA ERA

 CANCIONES EN LA ERA


Mientras cocinaba, contaba mi abuela materna, la de Cútar, que su abuelo tenía fanegas de tierra entre Colmenar y Riogordo, en plena Axarquía, que sembraba de trigo blando y espelta, menos corriente pero más harinero, y que su hija pequeña, la Carmelita, los veranos de siega, le llevaba un búcaro de agua fresca y el costo con puchero, y mientras su padre comía, ella lo entretenía cantándole. A veces toda la tarde cantaba. Total, que la niña salió cupletista. Y se hizo famosa. Y cantaba en la radio. Y ganó muchos reales. Pero de un resbalón que dio un día en el teatro de Vélez, se partió la mandíbula y perdió los contratos. La pobrecita se murió en la era, tarareando, con aquella especie de mueca y los dientes rotos, sí.

Siempre que cocinaba gachas de espelta, la abuela la recordaba y hacía cascaruletas cantando el último cuplé.  



22 agosto 2024

RAZÓN DE CONVIVENCIA (Microrrelato)

 RAZÓN DE CONVIVENCIA


Hace días que lo observo. Parece que su comportamiento, tan parecido al mío,  habitualmente calmado y melancólico, tiene momentos más animados. Es curioso porque esos, digamos, brotes joviales que le vienen, al principio me daba la impresión de que se producían aleatoriamente, pero ahora estoy seguro de que obedecen a una razón.

Desde mi posición, un piso más alto en el edificio de enfrente, solo, en mi silla de ruedas, junto a mi ventana, lo veo todo. 

Sucede los lunes, miércoles y viernes, cuando su ama se ausenta. Su extraordinario olfato lo pone en alerta y, aún echado en su cojín, levanta la cabeza y, al momento (se nota en el giro de sus orejas) ya sabe que se acerca y corre hacia el balcón moviendo la cola. Medio minuto después aparece por la esquina de la calle un hombre, siempre el mismo, que lo llama, y el caniche corresponde ladrando al silbido del saludo. Hoy me he enterado que se trata del ex de la dueña del perro.

Pipo, que ignora esos temas de custodias compartidas, se alegra, porque siente que algo bueno está por suceder.











21 julio 2024

ETIQUETAS (Microrrelato)

 Lo conocí en el pasillo de los probadores, había cola, me pareció guapo y entablamos conversación. Me contó que su trabajo consistía en poner etiquetas, así que cuando me llamó prenda, le dije que me pusiera una. 

- Vivita y coleando, me dijo. Interpreté lo de vivita como alegre y vivaracha y entendí lo de coleando por estar allí, esperando turno...

- Aún me conoces poco, le dije, ya tendrás tiempo de ponerme alguna más acertada ¿no crees?

- Entonces tendremos que conocernos mejor, contestó... 

Con el tiempo, mientras se asentaba nuestra relación, me puso muchas, y me hablaba siempre de la necesidad y la importancia de su trabajo. Gracias a eso, conocí y aprendí a valorar sensibilidades distintas, nuevas para mi. 

Ahora que ha pasado tanto tiempo, pienso en aquel pasillo como símbolo del camino que nos llevara a recorrer juntos nuestras vidas.

Hoy, después de tantos años de convivencia en la salud y en la enfermedad, con todo su amor y tanta dedicación, ha besado mi frente y me ha colocado la etiqueta definitiva en el pulgar del pie derecho.



09 junio 2024

BROTES NUEVOS (Microrrelato)


BROTES NUEVOS

Cada mañana en el espejo veía más reflejos verdes en mi rostro, así que pensé dejarme la barba porque un hípster que se precie debe llevar barba y yo, decididamente, era todo un urbanita. A los pocos días ya podía acariciarme la barbilla sin pincharme al tacto, al contrario, sentía la suavidad sedosa que me iba creciendo. Sin embargo, aquellas tonalidades verdes se intensificaban, sin duda por causa del estrés. Decidí dejarlo estar.
Ahora ya tengo la cara cubierta de césped y me crecen tréboles por las sienes. Estoy deseando que florezcan las margaritas y las amapolas por mi cabellera de yedra. De la cintura para abajo tengo patatas y zanahorias, y en el tronco tomateras, pimientos y berenjenas.



04 junio 2024

QUEMANDO ETAPAS (Microrrelato)

QUEMANDO ETAPAS


Le gustaba ir siempre por ahí, con sus auriculares, escuchando música. La ponía en modo random. Pensaba que eso implicaba no tener patrones reconocibles, no seguir planes establecidos y no obedecer a la voluntad de nadie. Pero cada vez que ponían aquella canción le pasaba lo mismo, aunque estuviese entretenido con cualquier cosa, leyendo, trabajando en casa, viajando en el metro, incluso de tiendas... daba igual, reaccionaba siempre así.

Y, es que, por alguna razón, desde aquella fiesta, donde, mientras sonaba esa canción, un incendio interior convirtió en humo la locura de amor que habitaba su pecho, buscaba con ahínco una mano para apoyarse en ella y poder escapar del infierno.

Aunque, fruto del azar, cuyos resultados son desconocidos y, por tanto, inesperados, con la canción siempre aparecían también las llamas y, a su alrededor, todas las manos conocidas que, cada vez, le brindaban más y más volutas de humo.